Nada especial, ninguna razón...simplemente porque estaba allí.
Más de doscientos kilómetros entre ida y vuelta bajo un calor abrasador para tomar unas cervezas con limón....cervezas y algún piquito furtivo jajaja
Es genial después de recorrer una parte del camino de Santiago, disfrutar del viento mientras montas en tu moto.
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